Pekín tiene el propósito de construir una gran red de satélites, similar a la de Starlink de SpaceX, para proporcionar Internet de banda ancha a todo el mundo.
China reconoció que su cohete Long March 6A, que despegó la semana pasada con el primer lote de satélites de la constelación Qianfan, se desintegró en órbita, ocasionado una nube de escombros que están girando alrededor de la Tierra, informó Bloomberg este miércoles.
El mismo día del lanzamiento se reportó que Long March 6A lanzó 18 satélites en la órbita polar. Sin embargo, la segunda etapa del cohete, según afirmó un columnista chino, parece haber colapsado poco después de realizar su misión.
“China ha tomado las medidas necesarias y está vigilando de cerca las zonas orbitales relevantes y llevando a cabo análisis de datos”, señaló al medio el Ministerio de Asuntos Exteriores del gigante asiático al comentar el accidente.
Pekín “concede gran importancia a la reducción de los desechos espaciales”, declaró el organismo, añadiendo que China “promueve la protección del entorno del espacio ultraterrestre y mantiene la sostenibilidad a largo plazo de las actividades en espacio ultraterrestre”.
Pekín tiene el propósito de construir una gran red de satélites, similar a la de Starlink de SpaceX, para proporcionar Internet de banda ancha a todo el mundo.
Se tiene previsto que la constelación Qianfan, anteriormente conocida como G60, cuente con alrededor de 14.000 satélites.
Con información de RT.