Recientes hallazgos del Instituto de Ciencias Planetarias han revelado que el agua en la superficie lunar está más extendida de lo que se creía anteriormente, abarcando incluso áreas iluminadas por el Sol. Utilizando datos del espectrómetro Moon Mineralogy Mapper (M3), captados por la sonda espacial india Chandrayaan-1 entre 2008 y 2009, los científicos han mapeado la distribución de agua e hidroxilo en ambos lados de la Luna, ofreciendo un panorama más completo sobre su geología.
Este análisis muestra que la actividad volcánica y la formación de cráteres podría haber transportado estos compuestos ricos en agua hacia la superficie lunar. Además, se observó que el agua se destruye lentamente con el tiempo, y su comportamiento varía a lo largo del día, sugiriendo que podría desplazarse por la superficie lunar diariamente. Estos descubrimientos no solo amplían nuestro entendimiento sobre la Luna, sino que también abren nuevas posibilidades para futuras misiones y exploraciones en nuestro satélite natural.
Estos datos proporcionaron el mapeo más detallado de agua e hidroxilo tanto en el lado cercano como en el lejano de la Luna. Concretamente, los investigadores identificaron las firmas de agua e hidroxilo (una molécula formada por un átomo de hidrógeno y uno de oxígeno) en la luz solar reflejada en el espectro infrarrojo.
«Al reunir todas las pruebas, vemos una superficie lunar con una geología compleja con uncantidad significativa de agua en el subsuelo y una capa superficial de hidroxilo. Tanto la formación de como la actividad volcánica pueden llevar materiales ricos en agua a la superficie, y ambos se observan en los datos lunares», apuntan los investigadores.
Y descubrieron algo más sobre el comportamiento del agua en la superficie. Curiosamente, el agua se destruye lentamente con el tiempo. Los expertos observaron cambios en la absorción de agua e hidroxilo en diferentes momentos del día, lo que apunta a que el agua podría estar moviéndose alrededor de la Luna diariamente. Si los astronautas logran hallar agua más cerca del ecuador, podría hacer que la habitabilidad a largo plazo sea más factible, y para muchos vivir en la luna seria mas que un ilusión una realidad.
